Desde hace ya algunos años, los vecinos y vecinas de municipios como Bigastro, Rafal o Redován disfrutan de una actividad que con el paso de los años se ha convertido en imprescindible para ellos.
Dos días por semana, nuestro profesor de baile Kiko Cases hace de ellos auténticos bailarines en una actividad que, además, de enseñarles unos pasitos de baile, les divierte. Hoy conocemos a través de esta entrevista al responsable de baile de Recicla-Alicante.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en Recicla-Alicante?
Hace unos cuatro años, en 2010 y desde entonces hemos llevado la misma trayectoria trabajando con los ayuntamientos. Es una actividad que ha ido creciendo. En un principio fue un poco experimento esto del baile, no sabíamos si iba a ir alguien, si sólo gente mayor, gente joven. Íbamos a ciegas. Pero en estos momentos está muy de moda. Desde entonces hasta ahora ha crecido mucho, la actividad se ha dado a conocer, tenemos una rutina dentro de los ayuntamientos, en Bigastro, Redován, Rafal…, y en los cuatro años que llevamos estamos muy a gusto y muy bien bailando.
¿Es una moda sólo de mujeres? ¿Se llevan al novio o al marido arrastrando?
Es una moda pero ya está implantada y se ha convertido en algo cotidiano. Hace unos años era raro encontrar a alguien que bailara, pero ahora todos tienen a algún familiar que baila. Sabemos de locales que se dedican a poner música de baile y sí, antes eran más las chicas las que se animaban, de hecho en los ayuntamientos empezamos a trabajar solo con mujeres que eran las que se atrevían a bailar. Pero poco a poco se ha ido haciendo más mixto, y ahora nos encontramos perfectamente en un aula chicas y chicos al 50%. Antes eso era impensable.
No tenemos mucha conciencia de que con el baile se hace mucho ejercicio, sin embargo, el que baila se mueve mucho.
No es que tenga ningún estudio sobre ésto pero la verdad es que viene gente y me dice “me ha mandado el psicólogo a bailar” y yo le respondo pues adelante, ponte frente al espejo y en marcha. Lo recetan algunos médicos, sobre todo por el tema anímico, sociológico, para la gente que tiene problemas a la hora de relacionarse, que busca tipos de relaciones diferentes. El baile se puede aplicar de una manera diferente para cada edad. Un chaval jovencito que acaba de pelearse con la novia y se encuentra solo, ve el baile como una manera de volver a empezar de cero, con nuevos amigos o con un nuevo ambiente para salir. Cuando hablamos de gente mayor exactamente igual, a lo mejor con otras pretensiones porque el chaval puede ver el baile como un cambio de gente, y las señoras mayores a lo mejor no tanto, o a lo mejor si, pero es muy beneficioso psicológicamente y por supuesto físicamente. Son ejercicios aeróbicos que además, tienen apoyo musical.
¿Qué es lo que más te suelen pedir en las clases? o ¿ya tienes unos bailes fijos?
Intento dar los bailes que van a practicar luego fuera. En algunos ayuntamientos, las señoras y señores que vienen tienen un lugar donde van a cenar y luego hay baile. Allí les ponen cumbia, pasodoble y bolero, pero por regla general estamos bailando salsa, bachata, en sí, los bailes latinos es lo que más se pide. Poco a poco los bailes de salón se están dejando un poquito atrás y van ganando los latinos.
Pero eso tiene que ver mucho también con la gente joven que le interesa otro tipo de bailes.
Así es. La gente joven se siente más identificada con ese tipo de baile latino más que con el baile de salón porque le resulta más divertido.
¿Quién baila mejor, los hombres o las mujeres?
En un compromiso me pones. Es curioso, pero te voy a llevar a un tipo de caso como son las parejas de novios que vienen para el baile nupcial. Llega la chica y siempre me dice lo mismo, “queremos aprender a bailar porque éste no sabe dar un paso, me ha dicho que no quiere bailar, es un torpón, tiene dos piernas izquierdas”. A ellas normalmente se les da mejor y así es y ellos entran con esa predisposición de soy torpe, veremos a ver lo que pasa… Pues te puedo decir que de las parejas que he enseñado a bailar, el 80%, los chicos aprenden mejor que las chicas, aunque a las chicas se les de mejor. Como los chicos entran con el cuchillo ahí, se aplican mucho. Lo que es bueno para bailar es ser cabezón y decir, esto no me sale pero me va a salir.
¿Puede ser también porque las chicas ya van con vicios adquiridos?
Eso también pasa. Los chicos normalmente vienen sin saber dar un paso y quieras que no, eso ayuda porque lo que aprenden, lo hacen desde cero y bien. Los vicios son difíciles de quitar y corregir.
¿Qué le dirías a las personas que aún no han probado el baile para que se animen?
Simplemente que lo prueben y decidan. Es una actividad que, además de aprender y hacer ejercicio, es muy divertida y se conoce a gente nueva.