¿Qué es la educación?

A simple vista, se ve una palabra, pero de significado infinito.

Recibir hoy en día una buena educación es una tarea difícil y a la vez compleja, ¿por qué? os preguntaréis, porque las personas venimos con una gran variedad de experiencias, intereses, motivaciones y fortalezas de los diversos tipos de inteligencia.

Según Howard Garner en la “Teoría de las Inteligencias Múltiples” destaca: Inteligencia emocional, inteligencia musical, inteligencia lógico-matemática, inteligencia corporal cinestésica, inteligencia espacial, inteligencia intrapersonal, inteligencia interpersonal, inteligencia naturista, en total ocho tipos de inteligencia. Tal como afirma el autor, todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases de inteligencia, aunque cada cual destaca más en unas que en otras.

De ahí que el docente debe conocer las fortalezas de cada uno de sus alumnos para poder fomentarlas, ayudarles a centrar su personalidad, a tener confianza en sus posibilidades, trabajando para que se desarrolle como persona y que sea capaz de afrontar su futuro con éxito.

¿Cuáles son sus ventajas?

Personaliza el aprendizaje, motiva al alumno, facilita la atención a la diversidad del aula, ofrece un aprendizaje más completo y real, enseña a aprender a aprender, potencia muchas habilidades y destrezas, fomenta la innovación educativa y proporciona resultados más significativos.

¿Cómo trabajar las inteligencias múltiples en el aula?

Dependiendo el tipo de inteligencia que predomine en el alumno o atendiendo a cuál se quiera trabajar, recomendamos seis claves.

  1. Valorar las inteligencias de los alumnos, es decir, llegar a ellos incidiendo en la inteligencia que tiene más desarrollada y trabajar el resto para que también las desarrollen.
  2. Diversificar los contenidos y las estrategias didácticas.
  3. Innovar en las metodologías, tales como: aprendizaje colaborativo, trabajo por proyectos, la gamificación o la flipped classroom permiten desarrollar las inteligencias de forma integral.
  4. Apostar por el aprendizaje activo y real.
  5. Utilizar las TICS.
  6. Evaluar desde las inteligencias múltiples, a través de: actividades, ejercicios, pruebas, intercambios de opiniones y evaluaciones para que los alumnos dispongan de múltiples oportunidades y enfoques para aprender y demostrar lo aprendido.

Según Eliphas Levi, “Un buen maestro debe de ser capaz de ponerse en el lugar de aquellos que encuentran difícil el aprendizaje.”

Como conclusión a esta gran reflexión, el docente debe de hacer hincapié en poner en práctica es modelo de enseñanza en el aula y así conseguir grandes y óptimos resultados.

Como dice Pilar Arnaiz (2003) “Una escuela de todos y para todos”.

Inmaculada García Salazar – Profesora

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