“Los objetivos de Desarrollo Sostenible, recientemente aprobados, incluyen, con sobrada razón, metas fundamentales para la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas. Ofrecen una oportunidad para alcanzar un compromiso mundial que interrumpa la transmisión intergeneracional de la pobreza, la violencia, la exclusión y la discriminación, y haga realidad una nueva visión de una vida digna para todos.”
Mensaje del secretario general, Ban Ki-moon
11 de octubre de 2015
Respecto a la reflexión que nos hacía hace unos años el Secretario General de Naciones Unidas, tenemos que hacer una reflexión sobre lo conseguido y sobre lo que se tiene que lograr para ofrecer una oportunidad, considerando la importancia de la inversión social, económica y política en el poder de las adolescentes como un factor fundamental para romper la transmisión intergeneracional de la pobreza, la violencia, la exclusión y la discriminación y obtener unos resultados equitativos y sostenibles.
Las mujeres tenemos el derecho a una vida instruida, segura y sana, no solo durante esos críticos años de la adolescencia, sino también cuando maduramos. Si se nos apoya efectivamente durante nuestros años de adolescencia, las mujeres tenemos el poder de cambiar el mundo, tanto como las niñas empoderadas que son como trabajadoras, madres, empresarias, cabezas de familia y líderes políticos del mañana.
Una inversión en el poder de las adolescentes mantiene nuestros derechos y promete un futuro más equitativo y próspero en el que la mitad de la humanidad participe de forma partidaria en la resolución de los problemas como el cambio climático, los conflictos políticos, el crecimiento económico, la prevención de enfermedades y la sostenibilidad mundial.
Por todos estos motivos, el tema escogido para la celebración del Día Internacional de la niña (11 de Octubre), este año es “El poder de las adolescentes: la visión para el 2030”. Bajo este tema, las agencias de la ONU, los estados miembros, las organizaciones civiles, el sector privado y otros interlocutores sociales, están llamados a poner a las niñas en el centro de los esfuerzos del desarrollo sostenible, llevando a cabo iniciativas clave para el presente y el futuro como:
- Invertir en educación de calidad, formación, capacitación, acceso a la tecnología y otras iniciativas educativas que preparen a las niñas para la vida, el trabajo y el liderazgo.
- Invertir en salud y en una nutrición adecuada durante los años de adolescencia, incluyendo la educación sobre la pubertad, la higiene menstrual, la salud reproductiva y sexual y la disposición de estos servicios.
- Promover la no aceptación de la violencia física, mental o sexual bajo ningún concepto.
- Habilitar mecanismos sociales, económicos y políticos para combatir el matrimonio infantil y la mutilación genital.
- Invertir en la creación y mantenimiento de espacios públicos para el debate cívico y político, la creatividad y la mejora del talento.
- Promover legislaciones y políticas de género en todas las áreas, especialmente para las adolescentes discapacitadas, vulnerables, marginadas y víctimas del tráfico y la trata.
Por tal motivo, desde Recicla-Alicante hacemos un llamamiento a instituciones públicas, privada, etc, a un trabajo conjunto para poder llegar a cumplir estos objetivos marcados por Naciones Unidas en el año 2030. Pensemos en esas niñas que nacieron al comienzo del milenio y que ahora son adolescentes, mientras que las recién nacidas lo serán en 2030.