En el marco de la Semana de la Infancia y del Día Mundial de los Derechos del Niño, es crucial reflexionar sobre los avances y las carencias en la garantía de los derechos fundamentales de los niños, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad. A pesar de los esfuerzos globales liderados por organizaciones como UNICEF, millones de niños enfrentan exclusión y privación en aspectos básicos como la salud, la educación y la protección.
Derechos garantizados, pero aún insuficientes
La Convención sobre los Derechos del Niño establece derechos universales como el acceso a la educación, la protección frente a la violencia y el derecho a la salud. Sin embargo, los informes actuales señalan que, en muchos contextos, estos derechos están lejos de ser garantizados. Por ejemplo, UNICEF alerta sobre el impacto de crisis humanitarias en la infancia: conflictos armados, desastres climáticos y desplazamientos forzados han dejado a millones de niños fuera del alcance de servicios básicos. En 2024, cerca de 94 millones de niños requerirán asistencia humanitaria urgente debido a estas emergencias.
Carencias en la acción de organismos garantes
Aunque se han logrado avances significativos en áreas como la inmunización y la reducción de la mortalidad infantil, el acceso desigual a recursos sigue siendo un problema grave. Niños en zonas de conflicto, comunidades migrantes o afectados por crisis climáticas son los más expuestos a violaciones de derechos, y a menudo quedan fuera del alcance de políticas públicas por falta de recursos o coordinación eficiente. Por ejemplo, en contextos migratorios, la falta de acceso a la educación y a servicios básicos como la vivienda agrava la exclusión de niños.
El riesgo de exclusión social
La exclusión social, definida como la imposibilidad de participar plenamente en la vida económica, social y cultural, afecta a muchos niños en todo el mundo, pero es especialmente pronunciada entre aquellos en situación de pobreza extrema, migración o discriminación. En España, las iniciativas locales como los plenos infantiles han buscado visibilizar estas problemáticas, pero los recursos destinados a la infancia vulnerable aún son insuficientes, dejando a muchos en una posición precaria frente al futuro.
Un llamado a la acción
Es fundamental que los organismos garantes, como los gobiernos y las entidades internacionales y nacionales, fortalezcan su compromiso con la infancia. Esto implica destinar más recursos a programas inclusivos y sostenibles que aborden las necesidades específicas de los niños en contextos de emergencia, y garantizar que sus voces sean escuchadas en la formulación de políticas. Además, iniciativas comunitarias y colaboraciones con aliados locales pueden ser clave para llegar a los niños más afectados.
La Semana de la Infancia nos recuerda que los derechos de los niños no son negociables. Es responsabilidad de todos, desde los gobiernos, ONGs hasta los ciudadanos, garantizar que cada niño tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro, saludable y lleno de oportunidades. La infancia no puede esperar.
Mauricio Garcia Jorquera
Coordinador General