Los hogares de hoy en día son verdaderos almacenes de productos de limpieza. Probablemente, en todas la casas existe el armario de los productos de limpieza, ¿debajo del fregadero, quizás? En el cual encontramos más productos químicos que en un laboratorio del siglo pasado.
Hace algunas décadas era inimaginable que existiera un producto distinto para limpiar el suelo de la cocina, para el parqué, para los cuartos de baño, para el horno, para las baldosas, para los cristales de casa, para los espejos, para sacar el polvo, para reparar la madera, antioxidantes, emulgentes para dar brillo a los metales, insecticidas, pinturas, etc.
La lista de productos de limpieza que encontramos en el mercado es interminable. Muchos de ellos son superfluos y contienen más sustancias tóxicas de las que podríamos imaginar.
Recuerda que muchos de los productos que han aparecido en el mercado en los últimos años con las promesas de limpiar más a fondo y de forma más fácil son del todo prescindibles.
Muchos de ellos, además, son tóxicos y agresivos para las personas y el medio ambiente. Siempre que sea posible, hay que evitar estos productos. Se puede barrer o quitar el polvo sin tener que utilizar ningún spray. Cuando se trata de suciedad pegada a la cocina, el suelo etc. hay que intentar primero utilizar los productos más simples: agua y jabón.
Y si con esto no es suficiente, recurre a productos ecológicos de los que venden en supermercados y tiendas especializadas o bien productos naturales que son una buena alternativa
Mauricio Jorquera
Coordinador de la ONG Recicla Alicante