El próximo 5 de septiembre es el día mundial de la Beneficencia por medio de la cual contribuimos a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas. La fecha fue elegida por Naciones Unidas para conmemorar el aniversario del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 por su trabajo en la lucha contra la pobreza y la angustia.
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada en septiembre de 2015, las Naciones Unidas reconocen que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío mundial y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. La Agenda también pide un espíritu de solidaridad global reforzada, centrado en particular en las necesidades de los más pobres y vulnerables. También reconoce el papel de los diversos sectores privados, que van desde las microempresas a las cooperativas y las multinacionales, y el de las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones filantrópicas.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en dicha agenda —que pueden agruparse en seis “elementos esenciales”: la dignidad, los seres humanos, el planeta, la prosperidad, la justicia y las alianzas— tienen el potencial de transformar nuestras vidas y nuestro planeta a través de la armonización y, de esa forma, hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta la humanidad. También proporcionan el marco necesario para que las instituciones filantrópicas permitan a todas las personas contribuir al mejoramiento de nuestro mundo.
En líneas generales, la ONU considera que uno de los medios adecuados para alcanzar estos objetivos es promoviendo acciones altruistas dentro de las naciones, para así lograr el bienestar y la sostenibilidad mundial. Desde la ONG Recicla-Alicante lo que busca es acercar un poco más a las naciones al logro de estos 17 objetivos, pero desde el punto de vista de la caridad, la solidaridad y el altruismo.