El próximo cinco de diciembre celebramos el día internacional del voluntario y pensando en ti, hombre o mujer, chico o chica, joven o mayor, padre o madre, abuelo o abuela… En ti que eres voluntario o voluntaria, que libremente tomas la opción de dedicarte a los demás. Quiero compartir una pequeña reflexión sobre como el voluntariado es un proceso que nos va trasformando poco a poco.
Partiendo de que somos seres de trasformación y no de adaptación, no debes olvidar que el voluntariado tiene que ver con la forma de mirar la vida y a los demás, tiene que ver con nuestro propio estilo de vida. El voluntariado es una nueva forma de sumergirse, es una nueva forma de hacer, que nos ayuda a ser.
El voluntariado debe ser trasformador y promotor de una sociedad más justa y participativa. Con tu aportación haces mucho para trasformar nuestra realidad. Piensa que la tarea debe asumirse siempre en la clave de proceso, interrelacionado el hacer con el ser, la formación con la acción; sabiendo que no debemos precipitarnos en nuestras tareas, debemos saber esperar, sabiendo que existen urgencias que no permiten esperar. Amigo voluntario, somos barro frágil, pero utopía fuerte, somos tensión y no disyunción, somos conjunción y no negación, nuestra opción es necesaria, muy necesaria.
Por eso, debemos vivir nuestro voluntariado como algo global, debemos vincular nuestra participación y la movilización en la calle, debemos saber denunciar las injusticias y apoyar cualquier medida integradora o alternativa justa. No olvides que siempre estamos llamados a trabajar en red. La red supone la posibilidad de hacer las cosas mejor y en común, que no es poco.
Mauricio Jorquera.
Coordinador ONG Recicla-Alicante